Este es uno de los artículos que Luis María Ansón, director de ABC por entonces, me mandó escribir y publicar ante las amenazas que recibí por parte del Consejo de Administración del CADE 95 (Copa América Desafío Español). Ansón fue, como siempre lo era, implacable en la defensa de uno de sus redactores. Tras la publicación del reportaje, cesaron las amenazas. Lo transcribo literalmente del periódico del miércoles 13 de julio de 1994.

Madrid. Pedro Sardina._ El deporte de la vela puede volver a vivir, una vez más, un auténtico escándalo por lo que muchos consideran una estafa deportiva. La Copa América, la competición más importante del mundo, es un reclamo demasiado atractivo para aquellos que solo buscan, amparados bajo en viejo argumento de «por el bien de la vela», una posible promoción personal. Y en 1995 puede suceder de nuevo lo de 1992, si no se toman medidas. El CADE 95 (Copa América Desafío Español) está manejando, además de capital privado, capital público, tal y como hizo el DECA (Desafío Español Copa América) en 1992.
El proyecto español para la Copa América ha nacido adulterado porque se ha creado una nueva Sociedad Anónima bajo el nombre de CADE 95, y se ha dejado al margen a la sociedad constituida en 1992, DECA, que dirigió las operaciones económicas del anterior Desafío. La pregunta surge de esta premisa: ¿Por qué crear una nueva sociedad cuando ya se contaba con la experiencia, el bagaje y la infraestructura de la anterior?. La respuesta es simple y clara: el DECA 92 todavía no ha aclarado sus cuentas.
El DECA 92 utilizó para esta competición una cantidad muy importante de fondos públicos provenientes del Consejo Superior de Deportes, cuando Javier Gómez-Navarro era Secretario de Estado para el Deporte; de la Sociedad Estatal Quinto Centenario, con Luis Yáñez como presidente; de Iberia, cuando Miguel Aguiló, actual presidente de CADE dirigía la compañía aérea, y de Astilleros Españoles, del que el mismo Miguel Aguiló era presidente. Además de este dinero, el DECA 92 pidió un crédito al Banco Central de 700 millones de pesetas… que no ha sido devuelto.
CADE 95 es una Sociedad Anónima que han formado, aportando un millón de pesetas cada una de las siguientes personas, algunas de las cuales pertenecieron al DECA 92: Miguel Aguiló, Ib Andersen, Pedro Ballvé, Marcial Campos, Pedro Campos, Bernardo Campos, José Cusí, Rafael del Pino, Carlos García, Joaquín Moya, Rafael Pérez, Fernando Pombo, Pedro Ramón y Cajal, Ángel Roquero, Gerardo Seelinger y Antonio Tió, a quienes hay que unir a los dos clubes Desafiantes.
Presupuesto
Dicha Sociedad Anónima ha buscado unos patrocinadores con el propósito de alcanzar los insuficientes 1.500 millones de pesetas presupuestados. Estos patrocinadores, en representación de la iniciativa privada, son: Vinos de La Rioja, Banco Central Hispano, El Corte Inglés y Antonio Puig Perfumes, que aportan dinero en metálico. Pero otra gran parte del capital es dinero de todos los españoles con las aportaciones de: TVE, Telefónica, Gamesa (empresa subvencionada por el Gobierno Vasco), Xunta de Galicia e Iberia, más 300 millones de pesetas que han puesto Turespaña en las manos de la Real Federación Española de Vela para que los invierta en el CADE, y otros tantos millones con los que ha contribuido el Consejo Superior de Deportes. Además de esto, CADE 95 está utilizando la tecnología, los medios técnicos y los dos barcos del anterior Desafío, que pagaron todos los españoles y que muy bien podrían ser empleados para la enseñanza del «match race», como preparación ante futuras participaciones en la Copa América.
En el aspecto deportivo está ocurriendo lo mismo que ocurrió en 1992, cuando no asistieron a la competición los mejores regatistas. El CADE 95 se basa para la elección de su equipo deportivo en que es una sociedad privada, y por ello estas selecciones corren a cargo de su director deportivo, Pedro Campos. El setenta por ciento de los regatistas de este país se sienten capacitados para acudir a la Copa América, así como desencantados porque saben que no van a tener la oportunidad ni tan siquiera de demostrar sus aptitudes.
«Guerra» entre Campos y Gorostégui
Una de las críticas más feroces de que es objeto del CADE 95 surge precisamente de los regatistas, alguno de los cuales, al no estar de acuerdo con los métodos de Pedro Campos, se van a quedar fuera de la próxima Copa América. Estos, en algunos casos, están vinculados a la oposición y por ello permanecerán «castigados» durante largo tiempo. Un ejemplo sangrante lo protagoniza Antonio Gorostegui Ceballos, táctico del anterior Desafío y medallista olímpico, que al no estar conforme con muchas de las situaciones que se produjeron en San Diego en 1992, ha quedado excluido. Los dirigentes de CADE echan balones fuera diciendo que «esto debe de ser un equipo conjuntado y sin fisuras», cuando son conscientes de que, si no hubiera sido por Gorostegui no se hubiera logrado ese magnífico quinto puesto del 92. Ahora, Antonio Gorostegui, que renunció a los Juegos Olímpicos de Barcelona 92 por el bien de España, se queda en tierra por motivos personales.
El conflicto Campos-Gorostégui estalló semanas antes de comenzar la competición de 1992. Las relaciones eran tan tirantes que tuvo que viajar a San Diego Herminio Menéndez para colocar a cada uno en su sitio, aunque Menéndez, que fue con órdenes precisas, no hizo más que firmar una paz obligada para que el barco español navegara en la bahía de San Diego, y dejó las cosas como estaban: Pedro Campos como patrón y Toño Gorostégui como táctico. Así lo quiso el Consejo Superior de Deportes y así se hizo. Esta circunstancia ha hecho que Gorostégui, uno de nuestros mejores regatistas y táctico más idóneo, al que apoya toda la tripulación, se quede en España. Y España se quede sin un táctico con garantías.
TVE no va a soltar ni una sola peseta para el Desafío 95 porque su patrocinio se limita a emitir programas de Copa América, entrevistas y reportajes del equipo español, sin cobrar nada, naturalmente, bajo la asesoría de Pedro Campos, que dicen que es el que más sabe de España de la Copa América. Este dinero en especies que el Ente Público va a gastar en la Copa América de 1995 lo pondrán los contribuyentes. Se va a financiar una imagen y una publicidad que van a pagar todos los españoles, porque a cambio de las imágenes, el CADE 95 va a tener a su disposición muchas horas de publicidad para dar a sus patrocinadores.
Hace unos meses, otra Sociedad Anónima, Pescanova, no llegó a un acuerdo con TVE para que retransmitiera las regatas de Vuelta al Mundo en las que el barco español «Galicia 93 Pescanova» estaba inmerso. Para que esto hubiera ocurrido, Pescanova habría tenido que pagar religiosamente los programas. ¿Por qué a unos sí y a otros no?
Conflicto con las velas
Otro asunto que también está por esclarecer es el de las velas. Al igual que en 1992, éstas no serán en su mayoría de fabricación española, a pesar de que las reglas y la filosofía de la Copa América son muy claras al exigir que la tecnología y los materiales sean nacionales, en este caso españoles. Las velas del barco español se fabrican bajo una patente danesa (Diamond). El patrón gallego del barco de Copa América español es el representante en España de las velas Diamond. DECA 92 tuvo un gasto de vela de muchos millones de pesetas y éstas eran Diamond, menos dos o tres que eran de North, que tampoco son españolas. En este aspecto tampoco ha habido un concurso para que los veleros españoles puedan pujar y entrar en la Copa América. Solo Velas Tió, que su presidente pertenece al Consejo de Administración de CADE 95, aportará algunos «spinakkers».
También puede ser motivo de escándalo que el barco se vaya a construir en unos astilleros de Vigo, según CADE 95, sin coste alguno, cuando este sector de la industria está pasando por momentos muy difíciles. Por último, la sede del CADE 95 como lo fue la del DECA 92 se encuentra en un chalet propiedad del director deportivo del proyecto, Pedro Campos y, además, pagando alquiler. Es una Sociedad Anónima, si, y puede decidir de la manera que le convenga, pero también maneja capital público.