Plantea dificultades el uso de los latinismos: ¿entre comillas/en cursiva o en redonda?, ¿adaptados a la acentuación española o no?, etc. Para salir de dudas, consultamos el Panhispánico, la Ortografía y el Diccionario de la RAE, así como la Fundéu, pero estas fuentes se contradicen en sus recomendaciones.

Para resalir de redudas, remitimos una consulta a la RAE “en persona”. Su respuesta fue tan insatisfactoria como las pesquisas anteriores. Resumen de dicha respuesta -muy larga-: que las locuciones latinas “que se generalizan en el uso” sean adaptadas al español “tomando todos sus rasgos característicos, entre ellos las tildes…”, dicen los académicos. Saben latín… Con esa sentencia no pueden equivocarse, porque… ¿quién decide si una locución latina se ha generalizado o no en el uso? Ellos mismos todavía no parecen aclararse al respecto, a juzgar por estos ejemplos: sui géneris (o suigéneris) e in fraganti vienen en el diccionario en redonda, españolizadas, pero a priori, in extremis o in situ figuran en cursiva. Sin embargo, ¿acaso están estas últimas menos generalizadas que aquellas?
Dadas estas ambigüedades, solo cabe recomendar, aparte de una ojeada al diccionario, el sentido común: redonda en las locuciones más generalizadas y cursiva o comillas en las restantes. Por lo demás, atención a esto para evitar errores:
Motu proprio. NO “de motu proprio” o “motu propio”.
Grosso modo. NO “a grosso modo”.
Corpore insepulto. NO “de corpore insepulto” o “corpore in sepulto”.
Vía crucis o viacrucis. Ambas correctas, y en redonda. Mejor viacrucis si no nos referimos al “camino de la Cruz” como tal, sino a una “sucesión de adversidades”.
Curriculum vitae/currículo. La locución latina original no varía en plural. El plural de la palabra adaptada, currículo, es currículos.
Veni, vidi, vici. NO “veni, vidi, vinci”.
La coletilla
Alma mater. Se usa a veces en el periódico con el sentido de “persona que da vida o impulso a algo”. Es incorrecto. Alma mater significa en latín “madre nutricia” y debe usarse exclusivamente como metáfora de la universidad. “Alma” en latín no significa alma, sino “que nutre” (de alimento intelectual, en el caso de la universidad). Así pues, nadie puede ser “el alma mater” de una empresa, de un proyecto, de un equipo de fútbol… Y menos aún, como hemos escrito alguna vez, “el alma mater” de una fiesta o sarao, pues en tales casos suele tratarse más bien de un cuerpo…
Ignacio Torrijos
Jefe de Edición de ABC