¿La abogada o la abogado?, ¿la arquitecta o la arquitecto? Cómo y porqué se debe de decir la señora presidente y no presidenta. En español, el plural masculino implica ambos géneros gramaticales, así que al dirigirse al público no es necesario ni decir mexicanos y mexicanas, niños y niñas, panameños y panameñas, españoles y españolas, hermanos y hermanas… Hoy en día, otros ignorantes políticos y comunicadores continúan con el error. Decir ambos géneros es correcto solo cuando el masculino y el femenino son palabras diferentes, por ejemplo mujeres y hombres, vacas y toros, damas y caballeros.
Ahora viene lo bueno, detallito lingüistico, ¿PRESIDENTE o PRESIDENTA?. Aprendamos bien el español de una vez por todas. En español existen los principios activos como derivados verbales, como por ejemplo el participio activo del verbo atacar, que es atacante, el de sufrir es sufriente, el de cantar es cantante, el de existir es existente. ¿Cuál es el participio activo del verbo ser? Es ENTE, el que es excelente tiene entidad, por esa razón cuando queremos nombrar a la persona que denota capacidad de ejercer la acción que expresa el verbo se le agrega la terminación ENTE. Por lo tanto, a la persona que preside se le dice presidente y NO PRESIDENTA independientemente de su género.
Por lo tanto, se dice capilla ardiente NO ARDIENTA, se dice estudiante NO ESTUDIANTA, se dice adolescente NO ADOLESCENTA, se dice paciente NO PACIENTA, se dice comerciante NO COMERCIANTA. La señora Cristina Cifuente y la señora Susana Díaz son las actuales PRESIDENTES de las comunidades de Madrid y Andalucía. No sólo se hace mal uso del lenguaje por motivos ideológicos, sino por ignorancia de la gramática de la Lengua Española. En España, los partidos de izquierdas hacer uso de esas barbaridades lingüisticas por un absurdo complejo de género.
Pongo un mal ejemplo de lo que hemos aprendido:
La pacienta era una estudianta adolescenta sufrienta representanta e integranta independienta de las cantantas y también atacanta y la velaron en la capilla ardienta, ahí existenta.
¡Qué mal suena, no!