
Sesiones ordinarias aparte, la RAE se reúne a veces en Cesión Extraordinaria, en la cual la etiqueta exige manga ancha y pantalón bajado. Salen de allí las rebajas de la lengua, que ofrecemos en enero: palabras o acepciones que pasan a ser correctas por el abuso incorrecto que se ha hecho de ellas. La RAE, para explicar tales saldos, dice que no dicta los usos, sino que los recoge. En eso tiene razón, seguramente. Esta misma palabra, “seguramente”, sirve de ejemplo. Antes significaba, como era obvio, “de modo seguro”; pero ahora, a fuerza de haber trampeado con ella, significa “probablemente”. (“¿Vendrás mañana?” “Seguramente”. O sea: “Puede que no”).
Otros ejemplos: “punto álgido”, “enervar”, “relanzar”, que significaban respectivamente “punto muy frío”, “debilitar, quitar las fuerzas” y “repeler”, pasaron a valer como “punto crítico”, “poner nervioso” y “lanzar de nuevo, promover”.
Estos son algunos nuevos chollos que la RAE saca al escaparate:
–Asola/n ya es tan válido como asuela/n (antes no).
–Cimenta ya es tan válido como cimienta (antes no).
–Aflorar ya vale como transitivo: uno puede aflorar algo, no solo hacer que aflore.
–Cesar ya vale como transitivo: ya se puede cesar a alguien, además de destituirlo.
–Pasar desapercibido ya vale (lo más correcto era y aún es pasar inadvertido).
–Comparativa ya vale como estudio comparativo (antes era solo adjetivo).
–Analítica ya vale como análisis clínico (antes era solo adjetivo).
–Transalpino ya vale como italiano (antes era “al otro lado de los Alpes desde el punto de vista de Roma”: o sea, los trasalpinos, por ejemplo, éramos nosotros).
–Rechace ya vale en fútbol como acción de rechazar (antes lo correcto era rechazo).
–Modisto ya vale como modista masculino (antes lo correcto era modista).
Se recomienda ser fiel al uso anterior a las rebajas. En todo caso, quienes prefieran modisto sepan que convertirse en reformador del lenguaje es la ganga más a mano: si repiten con frecuencia suficiente que los hombres son periodistos, articulistos, artistos, accionistos, ciclistos, turistos, pensionistos, etcétero, etcétero, estos palabros acabarán en cualquier liquidación en el diccionario de la RAE.
La coletilla
Encinta. Llega a veces esta palabra escrita “en cinta”, lo que es incorrecto. Una mujer no está en cinta, en plan métrica, aislante o de lomo, sino encinta, que es adjetivo. Mujer embarazada/preñada: mujer encinta. Ahora bien, como no se conoce una sola persona que haya dicho jamás “encintas”, en plural, la RAE ha acabado por dar como bueno el plural “singularizado”: mujeres encinta. No es que sea la rebaja del siglo, pero algo es algo.
Ignacio Torrijos
Jefe de Edición de ABC